Los bebés comienzan a producir su dentadura desde el último periodo de gestación dentro del vientre materno. Sin embargo, no es hasta pocas semanas después de nacido que comienzan a salir. Una vez fuera, estarán expuestos a cualquier enfermedad, si no se cuida adecuadamente.
La respuesta ante esta pregunta inicial es sí. Todo bebé que tenga ya dientes visibles, aunque sean temporales, deberá asistir al dentista, preferiblemente a un odontopediatra.
¿A partir de qué edad deben ir los bebés al dentista?
Mientras más temprano lleves al bebé al dentista, más posibilidades de evitar cualquier tipo de enfermedades tendrás. Así como es de importante llevarlo a un pediatra, también lo es al odontopediatra. Este último, tendrá todas las herramientas necesarias para el cuidado de la dentadura de tus hijos.
La mejor etapa para comenzar a llevar los bebés al dentista, es cuando comienzan a crecer sus dientes. Aunque sean dientes temporales, merecen exactamente el mismo cuidado que los dientes de hueso.
¿Por qué deben ir al dentista los bebés?
Por tratarse de dientes temporales los primeros que crecen en los bebés, muchos padres creen que su cuidado no es tan importante. Sin importar esto, un diente temporal puede producir caries, se puede fracturar e incluso podría producirse una infección.
Estas son razones suficientes como para mantener el cuidado adecuado de los dientes de los bebés, y la mejor manera es llevándolos al odontopediatra y que éste te genere la ayuda necesaria para su cuidado. No tienes que esperar a que se produzca una caries, o algo más, utilízalo como modo de prevención.
La importancia del cuidado de los dientes temporales de los bebés
Además de todas las razones que ya mencionamos de gran importancia para evitar daños en la dentadura de los bebés, su importancia radica en que, si ocurren daños al diente temporal, podrá recaer sobre el que saldrá después.
Los dientes temporales de los niños comienzan a cambiar a partir de los 6 años. Si existen pérdidas anticipadas, los problemas provocados por ello podrían ser mayores. No solo se generarían problemas masticatorios en los niños, sino incluso de deglución. Sin duda la etapa más importante para cuidar los dientes, es esta.
La lactancia materna contribuye a la construcción de una mejor mordida
Así como resulta muy importante llevar a los bebés al odontopediatra, también lo será el cuidado que generemos en casa. El principal cuidado para todo niño (e incluso los adultos) radica en la alimentación. Los bebés, al nacer, el primer alimento que debe recibir es el que proviene de su madre.
La lactancia materna contribuye de forma adecuada en la construcción de una mejor mordida. Sí, efectivamente no hay mejor alimentación en un bebé que ésta. Entre otros tantos beneficios, también está el desarrollo de dientes sanos.
No destetar al bebé cuando aparecen sus primeros dientes
Es importante no destetar a los bebés cuando comienzan a crecer sus primeros dientes. Es un gran error que muchas madres pueden cometer, solo por sentir que podría lastimarlas. La madre podrá superar el leve dolor que quizás sienta con los dientes del bebé, poco después. Pero tu bebé podría tener inconveniente con el desarrollo de sus primeros dientes.
Existe un periodo específico en el que tendrás que destetar a tus hijos, pero no será este. Progresivamente irás ayudando en su alimentación al introducir de forma progresiva otros alimentos como frutas y verduras. En ello te ayudará el pediatra.
¿Cuándo comenzar a cepillar los dientes de los bebés?
En primera instancia, será el odontopediatra el que te indique cómo y cuándo deberás comenzar a cepillar los dientes de tu bebé. Sin embargo, es una actividad que deberás introducir en forma de hábito, una vez comiences a incluir en su dieta otros alimentos adicionales a la lactancia materna.
En principio, deberás realizarlo al menos una o dos veces al día, con un pequeño cepillo de cerdas muy suaves, únicamente con agua. Progresivamente (te indicará el odontopediatra), deberás incluir alguna crema dental especial para niños. Generalmente indican que esto sea a partir de los tres años, pero esto podría variar según sea el caso.
